jueves, 13 de noviembre de 2008

QUE TU VOZ SE OIGA

Los jóvenes nos caracterizamos por nuestras inquietudes y ganas de mejorar nuestro entorno, ya sea en nuestra familia, con nuestros amigos, o en nuestra provincia (o comunidad). Sin embargo, nos enfrentamos a varios obstáculos, ya que, no siempre son escuchadas nuestras ideas o no se nos toma, realmente, en cuenta. Esta falta de espacios provoca que no seamos participes de lo que nos acontece y, a largo plazo, genera una antipatía e indiferencia hacia los desafíos que enfrentamos como sociedad. No obstante, debemos ser personas activas y hacer lo posible para que nuestras opiniones sean valoradas.

Desde niños, los jóvenes hemos crecido muy cerca de los problemas que encara el país, como el difícil acceso a la educación, la inseguridad, la gran desigualdad económica, el desempleo, la discriminación, la corrupción, la contaminación ambiental, la pobreza. Un sinnúmero de contrariedades que nos afectan a todos de alguna u otra forma. Siempre nos hemos preguntado por qué existen tantos conflictos y qué es lo que se hace para solucionar estos problemas. Ante esta situación, sólo hemos percibido el descontento de la población hacia sus gobernantes, esperando que ellos resuelvan todos los problemas. Pienso que es muy fácil criticar y señalar los errores de quienes han realizado deficientes políticas públicas. Pero lo que, verdaderamente, es de gran valía es aportar soluciones y son pocos quienes se aventuran a crear los resultados que gran falta hacen.


Si seguimos esperanzados a que alguien corrija nuestros conflictos, nada cambiará y todo permanecerá igual. Estoy convencido de que no hay que esperar a que los demás actúen, sino comenzar por uno mismo, hay que tener la iniciativa para contribuir con nuestras propuestas y acciones de acuerdo a nuestras capacidades, ninguna idea es pequeña todas ayudan en el reto global.

Pues bien, soy el Secretario General de Juventudes Socialistas de Segovia, una provincia de la "vieja Castilla y León" una provincia que veo como el arcaismo ha calado hondo en ella. No me explico cuales pueden ser las causas de la baja participación política, y no me refiero solo en lo que a elecciones se refiere, sino más bien en lo que la palabra POLÍTICA se refiere. Un jóven ha de tener inquietudes, ha de ser político, porque, amigas y amigos, todo en esta vida es política; desde la familia, nucleo central de nuestras vidas, hasta el trabajo pasando por la escuela, el instituto o la universidad. Sin embargo, hay jóvenes que sólo se quejan, no proponen.

Debemos y tenemos la obligación de decir ¡BASTA!, que nuestra voz se oiga, que nuestras quejas se escuchen, que nuestros retos sean los retos que los "mayores" atiendan, en definitiva, tener la iniciativa del cambio. Encontrar un partido en el cual todo esto se escuche, es difícil, complicado, tal vez, pero yo he encontrado en el Partido Socialista un referente, en Juventudes Socialistas una causa firme.

Amigos y amigas, por eso os invito a uniros a mi causa, a la causa por la cual muchos jóvenes nos hemos unido, a que la palabra CAMBIO signifique algo en nuestras vidas. Saber el porqué de las cosas, aprender, compartir experiencias y diversas maneras de pensar. Ser conscientes de que los problemas que hoy tenemos serán los problemas de nuestros hijos, si nosotros hacemos posible una mejora, si vamos abriendo el camino, como lo hicieron ya nuestros padres, su vida será mejor y así un día nos daremos cuenta de que gracias a tí las cosas son más fáciles.

Las cosas están claras: ¡HAZ QUE TU VOZ SE OIGA!... Eres valiente ¿TE ATREVES A MORDER LA POLÍTICA?

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